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miércoles, 14 de mayo de 2025

María Elena López y Erik Morales: el dúo que convirtió el servicio público en negocio familiar




En Puebla, la corrupción ya no se disfraza de burocracia: se pasea con apellido, promesas vacías y cuentas bancarias cerradas. En el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), padres de familia de nivel preparatoria destaparon lo que sería uno de los desfalcos más indignantes del ciclo escolar 2023-2024: la desaparición de 2 millones de pesos correspondientes a cuotas de inscripción y aportaciones voluntarias.


¿El principal señalado? Erik Morales Montiel, expresidente del Comité de Padres de Familia, quien esposo de Maria Elena López De la Vega, la misma candidata de la planilla “Círculo Blanco” que busca quedarse con la dirigencia sindical del IMSS nacional. Sí, el matrimonio del saqueo educativo y sindical.


Durante la Asamblea Extraordinaria convocada esta semana por el nuevo presidente del comité, Javier Montes de Oca, y el director del plantel, Mario Castaños Herrerías, los padres recibieron la noticia que dejó a muchos helados: la cuenta bancaria donde estaban depositados más de dos millones de pesos fue vaciada y cerrada sin aviso ni explicación.


El descaro no termina ahí. Cuando se exigieron cuentas al excomité, Morales Montiel respondió con la entrega de un cheque por apenas 100 mil pesos en efectivo. ¿Y el resto? Ni un peso, ni un recibo, ni una justificación. Sólo evasivas.


Las cifras no cuadran, pero la red sí. De acuerdo con los cálculos de los propios tutores, en la cuenta debían quedar al menos 1 millón 329 mil pesos, pero al presentarse en la institución bancaria fueron notificados de que la cuenta había sido cerrada por instrucciones del propio Erik Morales.


¿Coincidencia? Difícil de creer. Sobre todo cuando su esposa, Maria Elena López De la Vega, carga a cuestas con un historial documentado de corrupción sindical, que incluye la venta de plazas en el IMSS por hasta 600 mil pesos, denuncias públicas en 2017 y 2021, y un esquema de enriquecimiento mediante la manipulación del poder gremial. Ahora, su pareja parece haber aplicado la misma lógica en el ámbito escolar.


Y mientras los alumnos continúan sus clases en medio de carencias, y los padres se organizan para levantar una denuncia formal ante la FGE, la Secretaría de Educación Pública de Puebla sigue sin emitir una postura clara ni iniciar una auditoría seria. ¿Hasta cuándo se permitirá que la corrupción familiar siga arrasando con recursos públicos y confianza ciudadana?


Erik Morales y Maria Elena López De la Vega forman algo más que una pareja: son el rostro de un sistema donde el poder se hereda, se protege y se capitaliza con total descaro. Uno saquea la educación básica, la otra quiere controlar el sindicato nacional del IMSS. Y si nadie lo impide, lo lograrán.

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