El Servicio Nacional de Fronteras
de Panamá (Senafront) confirmó la implementación de bloqueos en tres pasos no
autorizados utilizados por migrantes que intentan entrar al país de manera
irregular en su travesía hacia Estados Unidos.
Los bloqueos han sido
establecidos en la costa del océano Pacífico y en la costa del mar Caribe, así
como en las trochas terrestres que conducen al Hito de Chucurti, en la frontera
con Colombia. Senafront informó que se han reforzado los patrullajes costeros y
la interdicción marítima para impedir el acceso no autorizado.
La confirmación de estas medidas
llega tras la circulación de imágenes en redes sociales que mostraban a
migrantes bloqueados por alambres con puntas cortantes. Senafront aclaró que el
sector del Hito de Chucurti ha sido bloqueado con barreras perimetrales para
evitar el paso de los migrantes. Estas acciones buscan redirigir la migración
irregular hacia el paso de Cañas Blancas, que conduce a la comunidad de Bajo
Chiquito, un punto de recepción conocido para los migrantes que emergen de la
selva del Darién.
Objetivos de las Nuevas
Medidas
El objetivo es canalizar el flujo
migratorio a una sola ruta, permitiendo así concentrar los esfuerzos de
protección, seguridad y asistencia humanitaria de manera más efectiva. Según el
comunicado de Senafront, anteriormente las fuerzas de seguridad estaban
dispersas en múltiples puntos, lo que reducía la eficiencia en la lucha contra
las organizaciones delictivas transnacionales que se benefician del tráfico de
personas.
Acciones del Nuevo Presidente
Estas medidas fronterizas fueron
anunciadas por el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, antes de su toma de
posesión. Durante una visita al centro migratorio de Lajas Blancas en la
provincia de Darién, Mulino declaró que se dejaría abierta solo una trocha, se
cerrarían otros pasos con serpentinas y se desplegarían 300 unidades de
Senafront para vigilar estas áreas. Además, enfatizó que no se permitirá la
entrada de migrantes sin pasaporte o documento válido.
En apoyo a estas nuevas políticas
migratorias, el presidente Mulino autorizó al canciller de Panamá, Javier
Martínez Acha, a firmar un memorando de entendimiento y cooperación migratoria
con Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Un día después de la firma del
acuerdo, funcionarios del Gobierno de Estados Unidos anunciaron en una
conferencia de prensa virtual que el Departamento de Estado había transferido
$6 millones al Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. para desarrollar un
plan piloto con Panamá. Este programa apoyará los esfuerzos de repatriación de
migrantes que no tienen una base legal para permanecer en Panamá.
El programa piloto proporcionará
asistencia técnica y logística, así como capacidad de transporte aéreo, para
ampliar las repatriaciones humanitarias. Además, se fortalecerán las
instituciones involucradas para combatir a quienes se aprovechan de la migración
irregular.
Aunque aún no se ha especificado
el número de repatriaciones ni el tiempo que tomará implementarlas, se negó que
haya una nacionalidad específica para las deportaciones, las cuales podrían
comenzar en las próximas semanas.
Estas medidas reflejan un
esfuerzo coordinado entre Panamá y Estados Unidos para gestionar de manera más
eficaz y humanitaria el fenómeno migratorio en la región.
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